
“Cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis” (Mt 25, 31-46)
Aunque tú no llegues a contemplar el rostro de Jesús en el prójimo, Él sí se siente mirado y atendido, cuando lo haces con quien te cruzas en el camino.
Es bueno purificar nuestra mirada para trascender la realidad y contemplarla con los ojos de la fe.
PENSAMIENTO
Dios, al final de cada jornada de la creación, se extasió viendo lo que había hecho, y todo era bueno.
PROPUESTA
Contempla la realidad con la mirada iluminada por la fe
CUESTIÓN
¿Cómo miras a las personas?